Un estudio propone María Bravo Arriago, el de las dos imágenes que suscitaron la devoción del criollo novohispano durante el periodo colonial: la Virgen de los Remedios y la Virgen de Guadalupe. Dos imágenes, las más populares del altiplano mexicano, que traducen como símbolos de vivir sus dos orígenes opuestos, el español y el indígena.