Juan García Ponce ofrece una profunda lectura de la novela El hombre sin cualidades de Robert Musil, donde “está viva para siempre Viena, la antigua capital de la Imperial y Real Corona Austrohúngara que Musil, haciendo un magistral juego de palabras, llama Kakania, refiriéndose al doble carácter de la corona: Kaiserlich y Konerlich”.