“El arte correo en América Latina es profundamente político. Se generó a partir de tácticas propagandísticas de movimientos estudiantiles y sociales, y después fue una forma para los artistas exiliados por las dictaduras —especialmente brasileños, argentinos y uruguayos— de mantenerse en contacto y evadir la censura”, afirma Martha Hellion, artista que, en 1968, formaba parte de una célula estudiantil que producía pósters, boletines y volantes durante las protestas en México. En 1971, Martha, Felipe Ehrenberg —su esposo— y sus dos hijos se mudaron a Inglaterra para escapar del ambiente represivo que se vivía a raíz de la matanza de Tlatelolco. En una granja en Devon fundaron, junto con otros artistas, la editorial independiente Beau Geste Press (BGP), que presentaron como “una comunidad de duplicadores, de impresores y de artesanos”. Si bien el arte correo derivó rápidamente en diseño de estampillas, cartas-acciones y poemas concretos, fue a través de sus redes de intercambio que se creó un campo de experimentación, diálogo y conectividad nunca antes visto. Usando el correo como forma de distribución, BGP empezó produciendo libros engrapados de artistas, primero de sus miembros fundadores —incluidos los niños—, pero luego crearon obras, catálogos y revistas para las que las colaboraciones se enviaban por correo (Schmuck) y se elaboraron exposiciones itinerantes (Flexshoe), que los vincularon con escritores, artistas, músicos y cineastas de muchos países. Esta autonomía en la producción y difusión de su trabajo les permitió sortear las convenciones de la validación cultural. Además, establecieron modificaciones radicales en la práctica artística y en el concepto de autoría y de propiedad intelectual, a través del trabajo colaborativo y la participación del público. Luego, poco tiempo después de que Martha se instaló, en Holanda, en 1974, el colectivo se desintegró. Hasta la fecha Martha Hellion prosigue su actividad como impresora, artista multidisciplinaria y archivista independiente, mientras mantiene cierta distancia de las instancias culturales oficiales. Como dice ella: “De todas las historias contadas, ninguna será verdadera”.
Todas las imágenes son cortesía del archivo de Martha Hellion.
Imagen de portada: Ruggero Maggi, Italia. Cortesía de Martha Hellion.