Tita Valencia era, en 1983, directora del Instituto Cultural Mexicano de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de los programas de Extensión Cultural de la UNAM en San Antonio, Texas. Cuando una noche vio una entrevista en el prime time del noticiero de una gran cadena televisiva, a Carlos Fuentes, sobre el intervencionismo norteamericano en América Latina.