Este texto dedicado al historiador y teórico del arte alemán, Wilhelm Worringer, se publicó originalmente en la revista cubana Ciclón en 1956. En pleno apogeo del arte abstracto, Sábato vaticinaba la vuelta al arte figurativo. Sábato lo envió a la Revista de la Universidad de México como un homenaje, al cumplirse un año de su Nueva Época, bajo la dirección de Julieta Campos.