Mi abuelo Simón quiso ser un buen salvaje, aprendió castilla y el nombre de todos los santos. Danzó frente al templo y recibió el bautismo con una sonrisa. Mi abuelo tenía la fuerza del Rayo Rojo y su nagual era un tigre. Mi abuelo era un poeta que curaba con las palabras. Pero él quiso ser un buen salvaje, aprendió a usar la cuchara, y admiró la electricidad. Mi abuelo era un chamán poderoso que conocía el lenguaje de los dioses. Pero él quiso ser un buen salvaje, aunque nunca lo consiguió.
Imagen de portada: Abel Rodríguez, Territorio de mito, 2017. Cortesía del artista y de Instituto de Visión