Año 1537, en el pueblo maya de Maní, las autoridades se preparan para recibir de nuevo a los conquistadores españoles. Ya han sacrificado a las más bellas doncellas, y se han batido con ahínco la primera vez. Pero ahora, ¿deben rendirse, pactar con el enemigo o luchar hasta la muerte? El rey de Maní opta por bautizarse y someterse.