Averiguar el secreto del mundo ha sido la tarea de todos los hombres, dice Carmen Galindo. Cada época ha ofrecido diversas soluciones, pero nadie ignora que esa labor no ha terminado todavía. El siglo XX ha aventurado dos posibilidades contradictorias y hasta enemigas: los marxistas han propuesto cambiar el mundo, los estructuralistas describirlo.