Eulalio Ferrer define el anarquismo y escribe: "sea en sus connotaciones o en la profesión antidogmática de la libertad a pleno pulmón, las luces generosas del ideal anarquista no han desaparecido por completo. Viven en la conciencia de nuestro tiempo, tanto como antídoto del mercantilismo y de la injusticia social, como de las frustraciones que lo dominan".