Beatriz Pagés analiza el célebre cuadro de Francisco de Goya Saturno devorando a su hijo, que "constituye un acto de ruptura con las leyes gravitacionales del universo y los valores fundamentales de la civilización humana. Rompe con las reglas más elementales de la estética, los cánones tradicionales de la pintura europea, con el propio pincel del autor y, sin duda, con la monarquía".