Ego Kisch va en busca del Golem, la figura de barro a quien, según la leyenda praguense, el Rabino Low ha dado vida. La inquietud nace en las trincheras, cuando el narrador se encuentra con un judío culto que desea fervientemente conocer Praga y visitar la tumba del rabino. Las ilustraciones son de Alfred Kubin, la traducción de Ute Sturmhoebel.