dossier Trabajo OCT.2021

Cavando

Seamus Heaney

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Entre índice y pulgar la gruesa pluma reposa, a gusto, como un arma.
Bajo mi ventana el limpio, áspero sonido de la pala hundiéndose en el suelo de grava: Mi padre está cavando. Volteo desde arriba
a ver su tensa grupa entre los lechos de flores hasta que se inclina más, y se endereza veinte años atrás agachándose con ritmo entre los surcos de papas donde estaba cavando.
La tosca bota anidaba en la pala, eje contra rodilla se nivelaba con firmeza. Iba arrancando los brotes altos, enterraba hondo el filo brillante para esparcir las nuevas papas que recogíamos, felices con su fresca dureza entre las manos.
¡Por Dios! ¡Vaya si el viejo sabía manejar la pala! Igual que su propio viejo.
Mi abuelo cortaba más turba en un día que ningún otro en la ciénaga de Toner. Una vez le llevé una botella de leche con tapa floja de papel. Se enderezó para beber, y de inmediato volvió a la tarea
cortando y rebanando con esmero, levantando trozos por encima del hombro, y luego una y otra vez hasta el buen tepe. Cavando.
El frío olor del limo de papas, el chapoteo y golpeteo de la turba empapada, los cortes del filo en seco por entre raíces vivas despiertan en mi memoria. Mas yo no tengo pala para imitar a hombres como ellos.
Entre índice y pulgar la gruesa pluma reposa. Yo cavaré con ella.

Imagen de portada: Divisores, 1500. Rijksmuseum