“Yo fui testigo de su aparición, pincelada tras pincelada, con una paleta muy novedosa y diferente de las que él utilizaba; los colores eran verdes, violetas, rosas y azules, al salón solemne del cuadro de Velázquez lo transfiguró Gironella en un jardín encantado”, así describe la pintora Carmen Parra el cuadro Las Meninas de su compañero Alberto Gironella.