En este ensayo la autora diserta sobre el discurso teatral. Para Ana de la Escalera éste se parece cada vez más a una “jugada", o a una "puesta en juego” estética. El estatuto de la escena tradicional ofrece muchas alternativas, porque se puede hacer casi cualquier tipo de teatro. “La escena abandona la condición de mirada para aparecer como intervención estratégica en una suerte de conversación social”, escribe.