Una revista que se acerca a los cien años de existencia no puede prescindir de la memoria al renovarse. Novecientos dieciséis números, miles de colaboradores, millones de palabras. Tampoco debe darle la espalda a su tiempo, tan desafiante para los medios de comunicación escrita. En busca del equilibrio entre la tradición y la novedad, recuperamos en la portada una tipografía clásica para el título de la revista y en la versión en línea inauguramos una sección exclusiva dedicada a la cultura digital. Continuamos en cada número con un dossier temático, replanteado con un guiño polisémico: si vamos a hablar de la cultura de paz, también incluiremos a La Paz, Bolivia, la paz del descanso eterno, el himno taiwanés, que tiene una palabra que se traduce como “paz”, “armonía” o “comunalidad”, y el apellido de un prolífico escritor decimonónico, Ireneo Paz, cuyo ilustre nieto, Octavio, fue autor de la Revista en los años sesenta con la crónica mensual “Corriente alterna”. Proponemos, además de un espacio para el Debate, que en este número aborda la vigencia de la novela como género literario en la actualidad, una serie de secciones recurrentes, las Periódicas: Fricciones, dedicada a la crítica cultural del presente; un Horizonte Universitario para acercarnos a la vida de nuestra gran casa de estudios; una sección De arte, para que diversas voces nos compartan su experiencia personal con alguna obra plástica, musical, conceptual, dramática, cinematográfica o literaria, y un Perfil silvestre, dedicado a un individuo particular de cualquier especie que no sea la nuestra. Hay tantos perfiles humanos en las revistas que preferimos quitarnos la mirada de encima y buscar personalidades fascinantes en otros reinos. También comenzaremos, a partir del siguiente número, una sección Facsimilar para conocer las publicaciones de otros tiempos. Ante la atomización individualista y la producción automática (por medio de la inteligencia artificial) de “contenidos” culturales (en canales de YouTube, redes sociales y blogs personales) queremos reivindicar las revistas impresas como bastiones perdurables de creación y diálogo colectivos.
Imagen de portada: Alberto Beltrán y Elizabeth Catlett, composición para un cartel por la paz, ca. 1945–1955. D. R. © de Alberto Beltrán / somaap / México / 2024 y D. R. © de Elizabeth Cattlet / somaap / México / 2024.