El día 3 de junio de 1932, los sismógrafos de la Estación Central de Tacubaya registraron un terremoto oscilatorio que repercutió en centro de México, en Colima, Jalisco y Nayarit. Le siguieron varias réplicas. El ingeniero Jorge L. Cumming fue comisionado por el Instituto de Geología para hacer un recuento de los daños e investigar si el origen de los temblores fue tectónico o causado por el volcán de Colima.