La oficina (I)
Me comentó Mateo hace un rato, sí. Dejá, lo resolvemos nosotros. En un par de horas te lo mandamos.
A la gente de Diseño, sí
—
Y otra cosa, Mariano, aunque suena cursi. Gracias por la charla de esta mañana. Todo esto que me retiene acá fue muy inesperado. Me alegra mucho que lo hayas entendido. Le escribo a Julieta de Recursos Humanos ya mismo
—
Lucrecia, me parece que no estás entendiendo. Lo necesitamos con foto. Una buena foto, que impacte. Esa tapa a un solo color ya fue. Salgamos de esa cosa tan parroquial, por favor. Urgente. Te debe haber dicho ya Mateo que lo necesitamos urgente
—
¿Parroquial? ¿Te parece? Tenía entendido que le poníamos esa tapa al Manual por un tema de coherencia de política comunicacional. Que no nos vean como una universidad de élite. Etcétera, etcétera. Vos lo sabés mejor que yo, Mariano, no hace falta que lo repita. Y perdón por el audio
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La filantropía como ética. Jornadas intensivas. ¿Queda así? ¿No le agregamos nada más?
—
Como director del Programa de Emprendedores, quiero contarles que desde este Programa apoyamos y desarrollamos el espíritu emprendedor que hay en cada una de las personas, sin importar su especialización. Creemos que, se trate de un emprendimiento casero o de una gran organización, aquellos destinados a estar a cargo deben saber lidiar con el vértigo que cada inversión supone, con las adversidades que cada día propone. Y, sobre todo, deben animarse a volar, a crear. Reconocer y expandir el gen emprendedor en todos y cada uno es nuestra especialidad. Acercate. No importa de dónde vengas.
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Queda así. No le agreguen nada más, no
—
Estoy en el auto ahora, Lucre, no tengo tiempo. Me toca buscar a las chicas en el jardín hoy. Buscate una buena foto de tapa para esta tarde. Mañana a más tardar. Ya sé que estás justo en unos días complicados, pero vos podés. Una foto que impacte
—
Hola Julieta, ¿cómo estás? Me dijo Mariano que ya te comentó que tuve que viajar de urgencia por la muerte de un familiar. Hoy temprano hablé con él y me autorizó a tomarme lo que queda de esta semana como parte de mis vacaciones acumuladas. Seguramente durante el día te escribe. Quisiera saber si tengo que hacer algo yo al respecto, algo en ese trámite. Hace tanto que no me tomo vacaciones que ya no me acuerdo de cómo era. ¿Me decís? En lo posible hoy, así me organizo.
Abrazo, Lucrecia
—
No puede salir con esa camisa así
Esto es una universidad, no una publicidad de desodorante!!!
No sé, fijate vos
Desde acá imposible
Resolvelo
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No voy a estar para la torta sorpresa, pero te mando la guita para el regalo
Decime bien cuánto es y te transfiero
Una tía, el velorio
Ya te contaré
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Diplomatura en Business Intelligence. Falta ese título, dice. Y el de Dirección de personas también. Justo en el perfil del Director del Departamento, qué bajón. Le dije que ya no llegábamos a tiempo
—
Pero si ella misma aprobó la versión última del staff de profesores
Que no joda
—
Te paso unas fotos de la biblioteca. Decime cuál te gusta más. Para mí va la primera
—
Si hay algo que no extraño de ahí son los platos del día
Puajjjjj
A esta hora vas a almorzar???
Conversaciones
A la mañana siguiente, llaman tres veces de la oficina. La tercera, cuando está saliendo de la ducha. Mira la hora, todavía no son las nueve. Atiende igual porque es Mateo. Le recuerda que hoy viernes tenían que mandar el texto final acerca de las becas, que las inscripciones ya se les vienen encima. Le jura que no puede hacerlo solo. Estoy de vacaciones y me queda un solo día hábil para terminar mis trámites acá, piensa Lucrecia, y hasta casi lo dice, pero prefiere no entrar en detalles. Nunca con sus colegas, ni aunque sea Mateo. En dos horas como máximo, promete. En dos horas te vuelvo a llamar. Por favor, por favor. Si llega a aparecer Mariano antes me mato, alcanza a escuchar del otro lado, antes de cortar. Va hasta la cocina, se prepara un café negro bien cargado.
La oficina (II)
Parece que nos salteamos muchos otros títulos. Un desastre. Estaban justo las secretarias tomando un café en el comedor. Van a armar quilombo con esto del flyer de profesores. Me quedó clarísimo. Lamento anunciártelo
—
No lo puedo creer
Si saben que en un flyer van solo los posgrados más altos
Qué pretenden?
No sé, con los otros que hagan lo que quieran
Que se los dediquen a sus madres
Que los impriman en un barrilete para los hijos!
Te puedo reenviar uno por uno los mails en los que ellas mismas aprobaron los títulos
Son ellas las que se quejan, que lo chequeen solitas entonces
No puedo lidiar con todo desde acá, Mateo
Estoy tratando de resolver lo de las becas
—
Ni siquiera saben valorar que mi tía tuvo el buen timing de morirse en el verano
—
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Telegrama de renuncia
Notifico por medio del presente que a partir del día de la fecha he decidido renunciar a mi empleo. Reitero. Renuncio. Quedo a la espera de instrucciones para percibir los haberes devengados hasta el día de la fecha, más el proporcional del sueldo anual complementario y de las vacaciones que nunca me tomé. O que tomé pero que ustedes se encargaron de anular con sadismo burocrático. Exijo. Exijo yo ahora. Que me paguen y que me expliquen. Quedo a la espera de explicaciones. No de las suyas, no de las habituales, estoy hablando de explicaciones válidas. Absténganse de jergas. Que me compensen. Exijo que me compensen. Material y simbólicamente hablando. Aunque les resulte imposible por falta de empatía, por falta de imaginación. Denuncio confabulación para convertir vidas en dedicaciones a tiempo completo. Denuncio extractivismo vital. Denuncio cosificación, estandarización, estupidización, banalización. Y niego todas y cada una de sus acusaciones. Todas y cada una.
Selección de María Sonia Cristoff, Derroche, Literatura Random House, CABA, 2022. Se reproduce con el permiso de la autora.
Imagen de portada: Boris Grigoriev, Troll, 1931