Al recibir el premio Nobel, Toni Morrison dijo: “El lenguaje opresivo hace más que representar la violencia: es violencia; hace más que representar los límites del conocimiento: lo limita”. El lenguaje es capaz de infligir heridas irreparables —a través del insulto, del bullying, de la broma hiriente— pero también puede dañar por su simple ausencia. Eso sucede con las lenguas indígenas silenciadas, las reinvindicaciones no escuchadas o los crímenes que no tienen nombre. En este programa, Miriam Jerade nos ayuda a analizar distintas aristas de la violencia verbal.
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