Quizá no es el programa de un androide antiguo
quien desciende y te descubre y te ayuda a caminar
(¿qué son estos valles vistos desde un satélite de exploración?)
por el cráter del impacto el humo
solo flota medio metro antes de desaparecer
en una atmósfera ligera
(¿llevas bien el casco? El traje en sí
es una nave espacial para una persona
¿Qué pasó con el cinturón
y los demás ocupantes en sus cápsulas?)
su estación no está lejos solo es mucho
decir que te sonríe
en plena tarde o así solías llamar
a esas horas donde el sol cobraba los colores
de un caramelo derretido a mitad del cielo
nadie espera de ti un reporte la señal de auxilio
se extinguió y cualquier presunción de éxito
“aquí la misión de reconocimiento orbital 005
vamos cayendo”
una tormenta que se acerca
te envuelve te levanta y abajo
te despiden entusiastas
la mitad de tu familia pudo venir
¡hasta la vista!
Imagen de portada: Henrique Alvim Corrêa, Marcianos en movimiento, en La guerra de los mundos, 1906