Ariel Dorfman reflexiona en este amplio ensayo sobre los desaparecidos, los torturados, las víctimas de la dictadura en Chile. Los hijos arrebatados a las madres que fueron adoptados por familias de militares y que se convirtieron a su vez en militares; las mujeres y hombres que se quedaron hasta sin sepultura, sin una lápida con su nombre.