Los chamanes son los intermediarios entre los hombres y las fuerzas divinas, gracias a un largo proceso de iniciación y aprendizaje, logran controlar estos intercambios, por medio de insomnio, ayuno, sueños, trances, bebidas o sustancias alucinógenas. El chamán se desprende de su cuerpo para recuperar el alma de un ser en peligro de muerte. Mercedes de la Garza dedica el presente estudio histórico a los chamanes nahuas y mayas.