“El lenguaje —dice Noam Chomsky— va más allá de las palabras. Es una cultura, una tradición, lo que aglutina a una comunidad. Es toda una historia comunitaria.” Sin lengua no hay sociedad. La lengua es como un archivo o un sitio arqueológico. Historiadores, lingüistas, antropólogos y filólogos pueden encontrar ahí las huellas de las distintas culturas y sociedades que las hablaron. Para Lacan la estructura de nuestra psique funciona como una lengua y las palabras con las que soñamos o que decimos sin darnos cuenta enuncian los mensajes cifrados de nuestro inconsciente. Además de la lengua existen otros sistemas, los lenguajes, que nos ayudan a comunicarnos de manera alternativa y quizá más sutil, como la música, codificada en notas y representada en partituras, o como la expresión gestual que compartimos con los primates y conservamos en nuestros genes desde tiempos inmemoriales. Esta edición está dedicada a los lenguajes, no únicamente humanos, sino de los otros seres que pueblan el planeta. En su ensayo “Donde la música piensa” la musicóloga Jazmín Rincón explica ese sistema tan propicio para abordar las emociones, mientras que Paulina Deschamps describe los últimos descubrimientos que han hecho los biólogos sobre la comunicación entre las plantas. Jorge Comensal relata su experiencia como apicultor y todo lo que aprendió sobre la Tanzsprache de las abejas por medio de la cual estos insectos comunican localizaciones exactas y cantidades de polen. Fernanda Pérez Gay y Manuel Hernández exploran la mente humana y su relación con el lenguaje: la primera desde la neurociencia, mientras que el segundo nos explica con una sencillez deliciosa la teoría lacaniana. El fragmento de “La historia de tu vida”, la nouvelle de Ted Chiang, imagina un lenguaje extraterrestre no consecutivo, cuya importancia radica en su función performativa. A un año del nacimiento de su hijo, Jazmina Barrera establece un inventario de las primeras palabras de Silvestre y la forma en que se fue constituyendo su vocabulario. Los poemas visuales de Ulises Carrión y Mirtha Dermisache demuestran que la poesía existe más allá o independientemente de las palabras, mientras que Chiara Carrer explora en su novela gráfica un lenguaje basado en un código abstracto —casi siempre líneas y puntos sin imágenes figurativas— de modo que el lector se pregunta desconcertado: ¿cómo lo comprendemos y qué es lo que logra atraparnos? El lenguaje, recuerda Chomsky, puede ser usado para transmitir información, pero sirve también para otros fines, como establecer relaciones entre la gente, expresar y aclarar los pensamientos, para jugar, crear y ganar comprensión. Usar un lenguaje implica una serie de consecuencias, y requiere no sólo pericia sino también responsabilidad. Los lenguajes son instrumentos de poder, quien los posee aumenta su campo de acción y, a la vez, adquirir nuevos lenguajes vuelve más preciso y poderoso nuestro pensamiento. Enunciar, ya sea con palabras o de otras maneras, equivale a crear el mundo. A darle una forma a la realidad.
Imagen de portada: Elsa-Louise Manceaux, sin título, instalación de 40 dibujos individuales, 2016. Cortesía de la artista