ESTROFA 1
Al vencedor Olímpico leedme
niño de Arquéstrato, donde en la mente
mía está escrito; pues debiéndole dulce melodía, lo olvidé. [Mas tú, oh Musa, y la hija
de Zeus, la Verdad, con recta mano
el cargo retiradme
de ofensor de un huésped con mentiras.
ANTISTROFA 1
Pues de lejos venido, tardo, el tiempo
de mi deuda profunda me avergüenza.
Mas, con todo, es apta a disolver la aguda crítica de los [hombres, la usura. Ahora, el canto rodado,
¿cómo sumergirá la ola corriendo?
¿Y cómo una palabra pública
pagaremos a la gracia amiga?
EPODO 1
Pues la Equidad gobierna
la ciudad de los locrios zefirianos,
y cuidado les son Calíope1
y Ares broncíneo, y ahuyentó el combate con Cicno, aun [al soberbio2
Heracles; pero púgil, venciendo en la Olimpiada,
a Ilas le dé las gracias3
Hagesidamo, como
a Aquileo, Patroclo.
Porque, afilando a quien nació para virtuoso,
podría impulsarlo a prodigiosa gloria, con la palma del dios, [un hombre.
ESTROFA 2
Mas sin esfuerzo, unos cuantos tomaron la alegría,
para la vida, luz más que las obras todas.
Y las leyes de Zeus incitan a cantar el certamen soberano [que al antiguo sepulcro de Pélope, vecino,
fundó, con número de seis altares,
luego que al Poseidónida
Ctéato irreprochable dio la muerte,4
ANTISTROFA 2
y dio la muerte a Eurito, por cobrar del soberbio Augías,5
ya lo quisiera o no, el salario de su servidumbre.
Y en un mato habiéndolos espiado, a éstos, junto a Cleonas, [domó Heracles también en el camino,
porque antes una tropa6
tirintia le mataran,
acampada en los valles de Élide,
EPODO 2
los Moliónidas prepotentes.
Y en verdad, delusor de huéspedes,
el rey de los epeos, no mucho7
después, vio a su opulenta patria bajo el acerbo fuego
y los golpes del hierro, en canal profundo de infortunio
a su ciudad hundiéndose.
Pues del más fuerte el odio
evitar, no es posible.
Y él tampoco, por descuido, el último
en presentarse a la captura, escapó a la difícil muerte.
ESTROFA 3
Mas, pues, habiendo unido en Pisa su entera tropa
y el botín todo, el hijo valeroso
de Zeus, midió divino un sitio sacro para el padre [grandísimo, y en torno habiendo [empalizado el Altis, al descubierto
lo separó, y el llano circundante
puso como descanso del convite,
tras honrar la corriente del Alfeo
ANTISTROFA 3
entre los doce dioses máximos. Y colina
de Cronos la llamó; pues antes,
sin nombre, bajo el reino de Enomao, nieve copiosa la [cubría. Y a este rito primero creado,
asistieron, próximas, las Moiras
y el único que muestra
la verdad infalible:
EPODO 3
el tiempo. Y esto, lo cierto,
yendo adelante declaró:
Cómo el don de la guerra
repartió, consagradas las primicias, y cómo, quinquenal,
erigió con la prima olimpiada la fiesta
y lo que se lleva en las victorias.
¿Quién entonces, reciente,
obtuvo la corona,
con manos y pies y carro,
de los certámenes el orgullo teniendo como fama y en la [obra ganándolo?
ESTROFA 4
Fue vencedor en el estadio, el recto esfuerzo
corriendo con los pies, el hijo de Licimnio,
Eonos: de Midea, guiando una tropa, vino; y en la lucha [hizo8 ilustre, Equemón, a Tegea;9
y llevó el fin del pugilato, Dóriclo,
que habitaba en su ciudad, Tirinto;
y en los cuatro caballos
ANTISTROFA 4
Samo de Mantinea, Halirotida;
y con la jabalina hirió Frástor la meta,
y Eniceo lanzó largo espacio la piedra, volteando la mano [más que todos, y sus aliados un murmullo
grande excitaron. Y la tarde
aclaró, de la bella
luna, la luz amable,
EPODO 4
y todo el recinto resonaba
con gozosos banquetes,
según el modo de los triunfos.
Los ejemplos primeros, pues, siguiendo también —gracia [que lleva el nombre
de la victoria altiva— cantaremos el trueno
y, de fuego manual, el dardo
del fragoroso Zeus;
a su completa fuerza
adoptado, el chispeante rayo,
y responderá, grácil, el verso, al cálamo de las canciones
ESTROFA 5
que junto a la bien gloriosa Dirce, aun cuando tarde, [aparecieron,
mas como el niño de mujer sin hijos, deseado
del padre que ya arriba a lo opuesto al verdor, y mucho [recalienta, con afección, su pecho;
porque el que haya obtenido su riqueza un custodio
advenedizo, extraño,
mucho aflige al que muere;
ANTISTROFA 5
y cuando tras hacer lo bello, sin un canto,
oh Hagesidamo, a la morada de Hades
llega el hombre que aspirara en vano, breve gozo ganó con su [fatiga. Mas en ti, de suave son la lira
y la dulce flauta, gracia esparcen,
y tu gloria nutren acreciéndola,
hijas de Zeus, las Piérides.10
EPODO 5
Y yo, llegándome con ellas,
con cuidado la raza ínclita
de los locrios abracé, con miel
rociando a su ciudad de héroes. Y Arquéstrato al niño [amable
he laudado, a quien vi vencer por fuerza de su mano
junto al altar de Olimpia,
siendo ya en ese tiempo,
por su figura, bello,
y mezclado a su hora, la que un día
evitó a Ganimedes la ímproba muerte, con la Cipria.11
Oda tomada del libro Odas: olímpicas, píticas, nemeas, ístmicas, introducción, versión rítmica y notas de Rubén Bonifaz Nuño, Bibliotheca Scriptorvm Graecorvm et Romanorvm Mexicana, Coordinación de Humanidades UNAM, México, 2005.
Imagen de portada: Hermanos Rhomaides, templo olímpico de Zeus, Atenas, ca. 1880-1890. Rijksmuseum
-
“Calíope”. Una de las musas, que llegaría a ser considerada la de la poesía lírica. Aquí, por metonimia, parece designar las artes en general. [Ésta y las notas siguientes corresponden a las que aparecen en la edición de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana]. ↩
-
“Cicno”. Hijo de Poseidón y Cálice, o de Ares y Pirene. Junto con su padre hizo frente a Heracles, quien tuvo que retroceder. Posteriormente, dio muerte a Cicno, cuando éste estaba solo. ↩
-
“Ilas”. Era, seguramente, el entrenador de Hegesidamo. ↩
-
“Cteato…Eurito”. Hijos de Poseidón y Molione, llamados Moliónidas, por el nombre de ésta, esposa de Áctor, el hermano de Augías. Éste, al ser atacado por Heracles, pidió y obtuvo auxilio de aquellos. ↩
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“Augías”. Uno de los doce trabajos de Heracles consistió en limpiar los establos de Augías, hijo del Sol y del rey de Élide, en el Peloponeso. Antes de iniciar su tarea, Heracles estipuló con Augías su salario que por ella debía recibir. Este salario, de acuerdo con la tradición, sería la décima parte de los rebaños del rey de Élide; según otra, una porción de su mismo reino. Heracles realizó la limpieza de los establos deviando hacia ellos la corriente del Peneo y el Alfeo, pero Augías se negó a pagarle el salario pactado. ↩
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“tropa tirintia”. Al no recibir Heracles el salario convenido con Augías y ser, además, desterrado de Élide por él, decidió hacerle la guerra. Con ese fin, reunió un ejército formado por tirintios principalmente, y con él fue contra Élide. En los bosques vecinos a esta ciudad, el ejército de Heracles fue destruido por los Moliónidas. ↩
-
“el rey de pose peos”. Sin duda, Augías. ↩
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“Eonos”. Este héroe había acompañado a Heracles en su expedición contra Élide. Fue muerto por los hijos de Hipocoonte. ↩
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“Equemón”. Rey de Tegea, ciudad de Arcadia. Pasado el tiempo mató a Hilo, el hijo de Heracles. ↩
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“Piérides”. Es decir, las musas. ↩
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“Cipria”. Sin duda, Afrodita. ↩