De noche, muy
Blanca, discreta,
Silenciosamente
Nuestros pies, nuestras narices
Se apoderan de la marga,
Se adueñan del aire.
Nadie nos ve,
Nos para, nos traiciona;
Las pequeñas simientes se abren camino.
Los suaves puños insisten en
Levantar las agujas de los pinos,
El lecho de hojas,
Incluso el pavimento.
Nuestros martillos, nuestros arietes,
Sin oídos y sin ojos,
Completamente mudos,
Ensanchan las grietas,
Se cuelan por los agujeros.
Nos alimentamos de agua,
De migajas de sombra,
Con nuestros suaves modales,
Pidiendo poco o nada.
¡Somos tantas!
¡Tantísimas! Somos
Estantes, somos
Mesas, somos dóciles,
Comestibles, somos
Gente que avanza a codazos
Y a empujones muy a su pesar.
Nuestra especie se multiplica:
El día de mañana heredaremos
La tierra. Ya tenemos
Un pie puesto en la puerta.
13 de noviembre de 1959
Sylvia Plath, Dime mi nombre. Poesía completa. 1956-1963, Xoán Abeleira (trad.), Editorial Navona, Barcelona, 2022, p. 238.
Imagen de portada: ©Juan Carlos León, de la serie Kallumpakunamikan shunku, Colonizar el fin, 2021. Cortesía del artista