Mercedes de la Garza analiza la esencia del humanismo indígena, desde sus raíces prehispánicas hasta la actualidad. Se trata de un humanismo basado en la conciencia del hombre y de sus capacidades para transformar que lo llevan a mantener una armonía con el mundo, no a destruirlo. El hombre es el responsable de las cosas, de los animales que lo rodean, no su dueño.