La frontera entre México y Estados Unidos es la más transitada del mundo, y también una de las más desiguales, lo cual, de acuerdo con la hipótesis de Sasha Trubetskoy, el estudiante de estadística que realizó este mapa, provoca un “efecto de aglomeración urbana” (un crecimiento acelerado de alta densidad poblacional) del lado menos desarrollado de la frontera.
Existen catorce ciudades fronterizas mexicanas que, con la excepción de Tijuana, tienen un tamaño y una densidad considerablemente mayores que sus contrapartes estadounidenses. En el mapa puede observarse que, aunque muchas de las ciudades fronterizas de Texas tienen un área parecida a la de México, su población es mucho menos densa. El efecto de aglomeración urbana se puede observar en imágenes satelitales de otras fronteras como Argentina-Bolivia, Irán-Azerbaiyán, Malasia-Singapur y Shenzhen (China)-Hong Kong.