Año tras año desaparecen más personas en los desiertos del norte de México y sur de Estados Unidos. A medida que se blinda la frontera entre ambos países, los migrantes buscan rutas más alejadas y difíciles. La sed, el sol, la desorientación, los animales peligrosos y la distancia se combinan en un final trágico. El paisaje natural es bellísimo, el humano, terrible. Leticia Calderón Chelius es doctora en Ciencias Sociales. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y se especializa en procesos migratorios.
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