I
Sólo los niños
conocen el Horror
Nunca olvidan
que debajo de su piel
está escondido un esqueleto
Son sus camas ataúdes
incendiados por los dedos
de la noche
Barquitos siniestros navegando
dando vueltas en los ojos del zombi
infinitas rutas de sangre
en la espalda descarnada
de un océano diabólico
Barquitos las camas de los niños
recorriendo el laberinto de tuberías
que une los sueños
con la muerte
II
Un ángel mueve las alas
Salpica de lepra
mis juguetes
Desde el plato de sopa
un demente dios pulpo
contempla en silencio
la carne blanca de mi hermana
Hermanito tengo miedo
tengo frío
Mi muñeca murió
y ese rostro en los espejos
no es mi rostro
Un ángel mueve las alas
Duerme conmigo hermanita
tócame
di mi nombre
bebe los alfileres de mi boca
Un ángel desgarrado y ciego
amortaja nuestros sueños
cada noche
III
Los niños duermen
Ogro Insomne arranca
la cabeza de esta torre
Sus ojos
dos paréntesis
donde está encerrado el mundo
Las paredes del horror
se desgajan en pesebres de ausencia
Ogro Insomne revuelve los cajones
encuentra huesos
llaves
lenguas nocturnas
Encuentra una cuchara de hielo
para escarbarnos
el alma
Miramos hacia arriba
Detrás de la máscara del cosmos
un insecto teje sombras
IV
Frascos llenos de cielo
explotan en los anaqueles
de las farmacias
Aparece Saturno
labios negros
armadura de pesadillas
triángulos de cristal
incrustados en los labios
Estamos muertos hermanita estamos
[muertos
los cuervos de nuestra locura
no necesitan puertas
V
Un cielo disfrazado de cuervos
tropieza con los vendajes
de la tierra
Cielo enrarecido por el opio
Tu cuerpo es lúgubre luz
lluvia de manos
tenebrosas
Montados en un cuervo de agua
mi hermana y yo volamos
entre los párpados del bosque
Atravesamos yugulares
nubes de asteriscos
sortijas
carcajadas
Un cielo disfrazado de cerdos
entre fauces de vidrio
se destroza
Cáscaras de cielo inútil
se pudren en los rincones
del pueblo fantasma
VI
Hermanita:
Ogro Insomne
se atraganta de píldoras
salamandras de enormes senos
le brotan por los ojos
Su lengua verde
es un ahorcado balanceándose
sobre las cuatro autopistas
del pentagrama
Notas de saliva y sangre
Violines sin sentido
Cráneos habitados
por los duendes del desorden
Querida hermanita:
Ogro Insomne afila su hacha
arranca mi rostro para colocar el suyo
y gota a gota
escribe la historia de tu muerte
VII
La mirada
como una flecha
vuela por el bosque
de cabezas dormidas
Y se topa con otra flecha
la mirada bestial y sin cadenas
de una monja
Y salen chispas
demonios incandescentes
En el escritorio de Dios
un jabalí de navajas
devora las alas de los ángeles
VIII
La luna rueda
con ruidos de hojalata
Choca con mis zapatos
y queda agazapada
en un rincón
del hospital
Tomo la luna con mis dedos
la parto en dos como a una hostia
Sonrisa invertida
Trece vírgenes enloquecen
encima del altar
Yo miro a los niños
Sus sueños de confeti
son un tatuaje de colores
en el filo curvo de mi hacha
Tú miras a los niños
Sus oraciones
son cifras de azúcar
en el filo curvo de la luna
IX
Del cielo
cae la hoja
de una guillotina
Corta los dedos del amor
Dedos gusanos
arrastrándose en el contorno
de un deshabitado crucifijo
Del cielo caen pianos
anzuelos
dentaduras postizas
En el fondo del corazón
un hombrecito sacude las rejas
X
Un enorme signo de interrogación
recorre el planeta a grandes pasos
Aplasta las casas
pisotea los sueños
tira las torres de las iglesias
Ogro Insomne escribe
Las teclas de su máquina
golpean el yunque de la carne
forjando ácidos poemas
éxodos
óperas deformes
Estamos mudos hermanita estamos mudos
los cuervos de nuestra locura
no necesitan puertas
Un enorme signo de interrogación
mete su mano metálica por la ventana
y de un zarpazo descuartiza
el infectado cuerpo
de Ogro Insomne
El tiempo se detiene
y despertamos en la pequeña noche
de una caja de zapatos