“Porque tememos el poder absoluto de Dios, porque aspiramos a un mundo de justicia y libertad, porque deseamos amores como los de Sancho Panza, porque todos tenemos hechiceros enemigos que derrumban nuestras ilusiones, porque sabemos qué tenues son las fronteras entre la realidad y la ficción, porque nuestros muertos viven en nosotros y los llevamos a cuestas, porque las pasiones, las emociones, las alegrías, los temores y las esperanzas que se agitan en Pedro Páramo y en el Quijote son las mismas que nos agobian o nos dan fuerza, estas dos obras maestras seguirán leyéndose en los años y en los siglos por venir”, escribe en este ensayo Felipe Garrido.