“La falta de una política educativa, sistemática, permanente, se tradujo en la inexistencia de ciudadanos, pero estas carencias produjeron, en buena medida, los males que aquejan al país: corrupción, deshonestidad, inestabilidad, caudillismo, caciquismo, injusticia, desorden, desinterés en la cosa pública”, dice Enrique González Pedrero. ¿La solución? Formar ciudadanos.