Ubicada en un espacio de representación entre el arte, el mapa y el paisaje, la obra de Bárbara Fluxá es un grito silencioso ante lo que podría ser el contundente fin de los tiempos de la humanidad. Se detonan los explosivos y cae la montaña convertida en pedazos; al desaparecer, el proceso milenario que la conformó se desmorona. En la pieza El capítulo de los áridos (CaCO3) de 2017, Fluxá presenta una pequeña cantera de una aldea de España utilizada para la explotación industrial de la construcción de carreteras, mostrando la capacidad que tiene el ser humano de hacer desaparecer, en tan sólo unos segundos, el tiempo geológico de escala planetaria. Este lugar es un ejemplo más de un espacio contemporáneo en conflicto, definido por Fluxá como: “un territorio donde confluyen en el mismo espacio/tiempo el paisaje rural, industrial, urbano y natural en constante transformación en el Antropoceno”. Otro testimonio del conflicto medioambiental contemporáneo se presenta en Sobrevolar el lugar equivocado. Mar de Aral (2016), en el que Fluxá dirige la mirada hacia un territorio con historias en conflicto: el desaparecido Mar de Aral (entre Kazajistán y Uzbekistán). En una secuencia de mapas, la artista genera una visualización sobre este desastre ecológico, económico y territorial. Este mar, que llegó a ser el cuarto lago más grande del mundo, en los últimos treinta años se ha reducido a tan sólo una décima parte de su tamaño original. Fluxá presenta un mapeo temporal en donde hace tangible la desaparición paulatina de este mar interno a través de masas negras de grafito y espacios vacíos sin dibujar. El Mar de Aral es hoy un desierto. En Testimonios futuros (2007) Fluxá explora el mundo a través de los residuos que la sociedad capitalista genera; la artista simula ver la Tierra desde el punto de vista de los objetos desechados en ríos y mares. Cambia la mirada dominante del antropocentrismo al imaginar cómo “los otros” (generados por nosotros) padecen su devenir. La artista, cual arqueóloga, se ha dedicado a recorrer diferentes territorios en donde rescata objetos de la cultura material del siglo XX. En Reconstrucciones arqueológicas (2005-19) Fluxá excava y rescata tesoros culturales que limpia, cuida y restaura, reconstruyéndolos y completándolos. Una arqueología del presente, su obra es el testimonio de un final inminente.
Imagen de portada: Sobrevolar el lugar equivocado. Mar de Aral, 2016, obra plástica multidisciplinaria, animación