El sábado que te llamé
llovió en el desierto
la coincidencia
es lugar sagrado
el cielo habitó agujeros
goteras en el techo de la casa
lágrimas en suelo infértil
mi hogar
esta noche miro las estrellas
para perder el tiempo
una vez me dijiste
los hombres ya no piensan
tienen miedo
actúan
como monos
mirando relojes que no entienden
a los tontos no les gustan las preguntas
¿te gustan a ti?
dijiste
tu hermano y tú
encuentran soluciones
a problemas inexistentes
miro las estrellas
para perder el miedo
mi constelación
hecha de inventos
torpe caballito de mar
anguila de tierra
une los puntos en un trazo cardinal
cuéntame una historia
que no entienda
el génesis del paisaje
una familiar cosmogonía
privada
llevo puesta tu cara
la uso para esconderme
Este poema es parte de un proyecto inédito en construcción.
Imagen de portada: ©Paula Rivas Rodríguez, El brujo frente al mar (detalle), 2021. Cortesía de la artista