Paolo Cirio (Italia, 1979) es un artista conceptual, hacktivista y crítico cultural. Su producción ahonda en sistemas de información legales, económicos y culturales. Por medio de la recontextualización y la apropiación, su trabajo expone los conflictos y contradicciones inherentes al control institucionalizado de la información. En Capture (Captura) y Overexposed (Sobreexpuesto), Cirio se apoyó en un software de reconocimiento facial para lograr identificar a “los inidentificables”, es decir, a policías y miembros de organismos gubernamentales estadounidenses. Ambas piezas provocaron acusaciones y reclamos sobre la protección de datos, la intimidad y la seguridad de los afectados. El público, en general, no compartió esa opinión.
La serie Capture, de 2020, surge de la recopilación de más de mil fotografías tomadas durante diversas protestas en Francia. Cirio procesó las imágenes utilizando un software de reconocimiento facial y generó una base de datos, con cerca de cuatro mil rostros de policías —identificados con nombre y apellido— involucrados en la represión ejercida durante las manifestaciones. El artista imprimió varios carteles con los retratos de los oficiales y los colocó en el espacio público de París. La serie es un comentario sobre los usos (y abusos) del reconocimiento facial y un cuestionamiento sobre la asimetría del poder.
En el proyecto titulado Overexposed, de 2015, Cirio divulgó sin autorización fotografías de altos funcionarios de la inteligencia estadounidense. Buscó fotografías y selfies publicadas en plataformas públicas de internet, que no están bajo el control de los funcionarios, y se apropió del material. El artista se enfocó en nueve funcionarios de la CIA, el FBI y la NSA, todos relacionados con las revelaciones de Edward Snowden. Posteriormente, difundió las reproducciones de los retratos en las calles de varias ciudades de Estados Unidos. Así, en esta serie el artista invierte la operación de los medios contemporáneos de propaganda y demuestra que una imagen pública puede ser obtenida y explotada por los mismos sistemas que los servicios de inteligencia de los Estados buscan controlar.
Todas las imágenes son cortesía del artista.