Para contribuir a los programas de apoyo a los indígenas (medidas médicas como las vacunas, mejorías agrícolas o higiénicas) Rosario Castellanos y varios compañeros tzeltales y tzotziles recorren Chiapas. Crearon un teatro guiñol cuya marioneta principal, Petul, consigue adeptos de todas las edades. Al grado de que lo piden para ser padrino de bautizo o le barren el atrio de la iglesia al verlo llegar.