NOTAS SOBRE EL CORONAVIRUS (AÑO UNO)
(febrero)
Me despertó la nieve, copos tan
blancos que me sentí
ciego. A veces
no nos gustan los ángeles que manda
Dios, predicó
el predicador (este
lleva una corona, aquel es
una espina). Mi hija
quería ir, así que escribí
“iglesia” en Yelp
& la llevé. El coro
era pequeño, pero suficiente
para llenarnos. Ya habéis oído
de mi conducta en otro tiempo.
(marzo)
Mi vida de otros tiempos era algo
que llevaba por dentro &
que intentaba destruir
antes de que pudiera destruir
me. Mucho (sí) era dado por
sentado, a menudo (sí sí)
yo mismo lo daba. Ahora
en cada campo construimos
cuartos de aire: los llamamos
umbrales. ¿Dónde
está todo el mundo?, preguntas & tu voz,
su eco, atraviesa el vacío,
mientras lentamente todo
se desconecta.
(marzo)
Tuve que desconectar mi vida. La terminal
estaba vacía en cada tramo. Comí
un sándwich de una máquina, en
un estacionamiento 24 horas una película
amarilla empolvó mi carro. En el centro,
un hombre montaba un carro de compras
a media calle. Otro
me pasó montado en una bicicleta infantil,
mostrándome los dientes. ¿Es así
como termina, con mapas en la tele, manchas
rojas que cubren
ciudades, súbito el hogar
& lejano? Tenía una lista de cosas por hacer
doblada en mi bolsillo.
(marzo)
Esta es una lista en la que no quieres
encontrarte. Hoy
el aire está callado, pero pronto habrá
ruido. Hoy son los pájaros,
pero pronto serán las sirenas. ¿Qué había
aquí? nos preguntamos al pasar una
vitrina vacía. Nos preguntamos: ¿estará __
vivo todavía? Pero nos arrepentimos
de inmediato. Acaban
de aparecer las flores bajas
de la primavera, una cadena púrpura
que brota desde la oscuridad (anémonas,
gencianas, hiedra terrestre). Nos vemos
del otro lado (arrepentimiento).
(abril)
Del otro lado, en la pantalla
pequeña que tengo en la mano, veo
Roma. Veo el puente que cruzaba
en mi Vespa, ahora
vacío, sin embargo desbordado, el Tevere
desbordado, una palabra que escuchamos
más & más, nuestros bordes, nuestras
calles, nuestros corazones desbordados
desbordados desbordados. Una vez
estuvimos así de cerca de
perdernos. Una vez que
te montas en la máquina, es im-
probable que alguna vez vayas
a bajarte.
(mayo)
Bájate, susurramos al policía
que se arrodilla sobre tu cuello,
su mano en el bolsillo,
la rodilla de su compañero
sobre tus pulmones, todo el cuerpo
policial en fila, todos nosotros,
por tu columna toda.
Mamá, jadeas, hasta que
cada molécula de tu nombre
se transforma en ti, hasta que miles de tús
se paran en su puerta, se ofrecen
para ayudar a su esposa a empacar, le ofrecen
otra cerveza,
antes de que quememos su casa.
(junio)
Luego de que se quemara la casa
de enfrente, mi amigo
se detuvo en la ventana detrás
de su hija & miró hacia
el vacío. Frente a los hospitales
camiones, bloques de hielo,
carpas
instaladas en parques, como si
hubieran estado allí desde la Guerra Civil.
¿Adónde se fueron todos?
pregunta mi hija. Este
es el mundo sin nosotros, esa es
la respuesta, así se ve
el interior.
(agosto)
El interior se ve como nueve minutos
& veintinueve segundos. El interior
se ve como la palabra desbordado
& una cadena púrpura que brota
desde la oscuridad. Fue Pablo en
Gálatas quien dijo: Ya
habéis oído de mi conducta en otro
tiempo. Ofrecer
redención, buscar
perdón. Ahora hemos olvidado
qué era lo que íbamos a hacer
con este día. La nieve
nos despertó, los copos tan blancos
casi nos ciegan.
NOTAS SOBRE UN MONUMENTO AL ÉTER
Un hombre se posa sobre una torre cuyas bases son pilares. Está sentado & echado sobre su regazo hay otro hombre, semidesnudo, que parece hallarse inconsciente.
Se supone que los hombres representan el descubrimiento de los poderes anestésicos del éter. La primera demostración exitosa de esto tuvo lugar en el cercano Hospital General de Massachusetts (donde nació mi hermano), en un quirófano ahora conocido como “el domo del éter”.
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El origen de la palabra éter es afín al griego aithein, que significa “arder brillantemente” & al sánscrito idhryas: “que tiene el resplandor de un cielo despejado”.
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Está grabado en un costado de la torre: Ni habrá más llanto ni clamor ni dolor. Proviene del Apocalipsis & señala el único lugar en el que (hasta donde sabemos) realmente no hay dolor: la muerte. En esta vida, si del dolor se trata, puedes sentirlo o puedes adormecerlo. No obstante, si pasas demasiado tiempo en ese reino, luchando con eso que esperas adormecer & dejar de sentir, & muy pronto casi nada importará.
La palabra anestesia proviene del griego anaisthesia, una ausencia de sensación.
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Apocalipsis es una palabra que quiere decir revelación. Siempre pensé que indicaba el fin del mundo, pero la palabra apocalipsis proviene del griego apokalyptein: “quitar la cubierta”.
La palabra revelación proviene directamente del latín revelare: “develar, descubrir, desnudar”.
Descubrir, en el sentido de que una verdad honda es revelada.
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En mis veintes, cuando vivía en Boston, casi todos los días habré pasado frente a esta estatua &, sin embargo, nunca me percaté de ella; nunca me habló. Nunca levanté la mirada para ver al hombre que yacía en los brazos de otro hombre, esa pietà. Esto dice algo sobre la estatua & algo sobre mí. ¿Acaso tenía yo una verdad honda? Mi amigo Richard, que vivía conmigo en aquel club de estrípers abandonado, acababa de dar positivo. Yo trabajaba en el albergue, conocía de nombre a todas las personas que dormían a la intemperie. Conocía el nombre de mi padre, cómo lo usaba a manera de cobija. Si me hubieras preguntado, te habría dicho que el apocalipsis nos había alcanzado hacía un par de años & que ahora todos caminábamos entre las ruinas. Ahora caminábamos bajo sus sombras. Ahora pintábamos cortinas en tablas de madera contrachapada para que los edificios abandonados se vieran habitados. Pero usaba mal la palabra: no veía lo que había sido develado. Me detuve a mirar una caja en la acera & me percaté de que había alguien vivo en su interior.
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Fue en Boston que empecé a considerarme poeta, sin embargo (o así que) me anestesiaba a diario con lo que encontrara, pues parecía que, buena parte de los días, yo simplemente sentía demasiado (ni habrá más llanto ni clamor ni dolor). Lo que sentía creaba una tensión en mi alma, pues no podía transformarlo en palabras. La tensión es imprescindible para todo arte; no obstante, para mí, en ese momento de mi vida, no se trataba de una tensión útil. No sabía cómo usarla.
Anaisthesia es la negación de la raíz aesthete, del griego aisthetes: “un perceptor (agudo)”. Aunque me hacía llamar poeta, no era (claramente) un perceptor agudo.
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El Paraíso perdido de Milton (1667) contiene el primer uso registrado de éter en su sentido poético de “divino, celestial”.
En la lengua inglesa, la palabra éter aparece por primera vez antes de 1398, el año de la traducción que hizo Trevisa de De Propietatibus Rerum de Bartolomeo. El diccionario etimológico define éter como “las regiones superiores del espacio; sustancia constituyente de las estrellas & los planetas”. El éter era tanto aquello donde flotaban los planetas como aquello de lo que estaban hechos los planetas.
Aquello donde flotaban los planetas es lo que ahora llamamos “materia oscura”; ahora admitimos que esencialmente no sabemos nada sobre ella.
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Esencialmente. Otra palabra como etéreo. Proviene de la palabra esencia, que también empezó a ser usada en el inglés poco antes de 1398 (la época en que fueron escritos Los cuentos de Canterbury).
Esencia, del griego ousía: “ser”.
El sentido general de esencia, como el elemento básico o más importante de cualquier cosa, es registrado por primera vez en 1656, en la traducción de Hobbes de Elementos de filosofía.
Esencia, véase ES.
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La razón principal para tomar drogas es la promesa de que el dolor desaparecerá.
No siento dolor es lo que solíamos responder si nos preguntaban cómo estábamos (escoge tu veneno) tras unas cuantas cervezas.
Sólo se vuelve un problema cuando lo llevamos hasta el punto donde (ser o no ser)
no es posible ningún es.
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El tríptico de Francis Bacon En memoria de George Dyer es un homenaje a su amante, quien se suicidó en la noche de mayor éxito (hasta entonces) de Bacon. La pintura fue influida por la lectura que hizo Bacon de La tierra baldía, de T. S. Eliot, en especial los versos: “Escuché la llave/ girar en la puerta…”, que Bacon representa en el panel central, donde una figura (Dyer) hace girar una llave en un cerrojo.
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Vayamos entonces…
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A menudo los cuerpos de Bacon se encuentran tajados, abiertos, diseccionados, despellejados.
Michelangelo abría cadáveres para aprender sobre la anatomía humana.
Dado que en aquella época era ilegal profanar un cuerpo, tenía que hacerlo en secreto, en un cuarto privado de la Basilica di Santo Spirito.
Santo Spirito. Espíritu Santo.
Una esencia, algo inasible.
Las mujeres en el cuarto van y vienen…
Michelangelo en busca de algo asible en nuestro interior, algo esencial.
Cuentan que abrir esos cuerpos lo dejó inapetente, que sólo podía pasar pan & agua.
Esto es un hombre / esto es un árbol esto es pan.
El pan es esencial, el agua es esencial.
Es es la oración más básica & elemental.
Es la lluvia. Es lo roto. Es lo lleno. Ha sido consumado.
Ha sido consumado es una de las últimas siete frases de Jesús.
No lo ha sido siempre se encuentra del otro lado, apenas.
Imagen de portada: Stanisław Ignacy Witkiewicz, Creando al mundo, 1921. Museo de Arte de Lodz