Felipe Solís ofrece un paseo imaginario por la ciudad de Tenochtitlán y muestra la distribución de la población a partir de los cuatro grandes sectores en los que estaba dividida la ciudad: Atzacoalco, Cuepopan, Zoquiapan y Moyotlan, a su vez subdivididos en numerosos calpullis. Estos funcionaban como barrios urbanos y estaban habitados por residentes que se dedicaban a la caza de aves, a la pesca y a la producción artesanal.