por sobre cualquier cosa y ahora que es verano
diría que ambos
los dos tirados en el tapete frente a la televisión
mirábamos a Matt Biondi en un VHS
de las olimpiadas del 86 que grabó tu papá
porque tú querías ser nadador profesional
y a mí me gustaba ser tu amigo
porque no te importaba que no pudiera quitarme la camisa
y me dejabas mirarte desde el primer escalón
metiendo nada más los pies
me gustaba ver cómo hundías el pecho
y las brazadas mariposa
tijereteaban la superficie del agua
como las aves en la fuente cuando se bañan en el jardín
me gustaba poder brillar contra los azulejos verdes
y el movimiento de tu boca en la respiración,
los trajes de baño a la medida
y el riel amarillo que se confunde aún en mi memoria
con el olor del cloro
y el azul de la pantalla
¿en qué piensas
y cómo se escucha desde adentro?
querías ser Matt Biondi en las olimpiadas del 86
(una vez en una fuente pedimos juntos un deseo)
ahora, cada cierto tiempo, veo el video en Youtube
y siempre creo que Matt
cada vez que hundía el pecho
pensaba en las letras doradas de su nombre
en ese azul olímpico
que su mamá bordó en la esquina de su toalla
cuando veo esta carrera
pienso en Biondi, queríamos ser como él
y saber qué sentía bajo el agua
sobre todo cuando hace calor y abrimos los grifos
pienso siempre en las mangueras
de las que bebíamos
con las que nos mojábamos la nuca
y en el color sobre ti de la pantalla
pienso que aún estás al lado mío
que continúas preguntándote por las grietas
en eso que ocurre siempre y en todas partes
en lo arrugado de tus dedos
y cómo se sentía cuando te los pasaba así
por encima de los párpados
Imagen de portada: Imagen de los Juegos Olímpicos de Montreal, 1976, via Wikimedia Commons