Proyectar la superficie de una esfera sobre un plano tiende a producir distintos tipos de distorsiones. Por ello, a lo largo de la historia se han ensayado muchísimos sistemas o proyecciones para representar con fidelidad el mundo en dos dimensiones, en función del uso que quiera darse al mapa. Por ejemplo, la Antártida y el océano Ártico aparecen muy distorsionados o interrumpidos en la mayoría de las proyecciones cartográficas, pero la búsqueda de nuevos recursos y las crisis ambientales han atraído nuestra atención hacia regiones como ésas, ya sea por los efectos del deshielo polar, la disputa por derechos territoriales sobre el lecho marino o el aumento del nivel del mar. El arquitecto japonés Hajime Narukawa creó en 1999 el AuthaGraph World Map, inspirándose en el Dymaxion (ver mapa en la página 92) y corrigiendo algunas de sus carencias. El resultado representa con más fidelidad que otros el área relativa de los océanos y continentes en un plano sin interrupciones (el nombre AutaGraph refiere a lo autálico, lo que tiene áreas iguales). Con este plano se puede dibujar una serie de mapamundis en mosaico (a manera de las teselaciones de M.C. Escher), lo cual permite crear mapas con distintas regiones en el centro, así como trazar y estudiar rutas continuas sobre la superficie terrestre, tal como puede hacerse sobre una esfera. En el futuro Narukawa espera aplicar la proyección para mejorar la fotografía de 360 grados. La proyección autagráfica permite pensar más allá de las dualidades de este-oeste y norte-sur con las convenciones cartográficas asociadas a ellas.