El acercamiento a la otredad es uno de los grandes dilemas de representación que tiene el cine. En el caso del género documental plantea una situación todavía más problemática cuando se normaliza a esos otros desde la lógica utilitaria. Filmar, extraer, exhibir. Los vínculos humanos que nacen de la cinematografía se suprimen y, con ellos, la posibilidad de apelar a una riqueza de miradas. En Tote_Abuelo, de María Sojob, y en Negra, de Medhin Tewolde, hay una preocupación contraria: el trabajo documental es un ejercicio de respeto y reconocimiento hacia esos otros, un resultado que nace porque el documental se redirecciona como un diálogo político y, profunda e innegablemente, personal. En Negra, la directora Medhin Tewolde recupera un recuerdo de infancia que transformó su vida: la primera vez que la llamaron “negra”.
Unos videos caseros muestran a una niña que juega, que ríe, que añora, pero que pronto tendrá que cargar con una palabra que nunca había tenido significado y que se transformó en un despertar violento impregnado de racismo. La imposición de una palabra orilló a Medhin a sentirse ajena y a mirar a través de un cristal opaco su identidad como mujer mexicana afrodescendiente. Con este recuerdo como punto de partida, Tewolde lanza una pregunta esencial: ¿esto sólo me pasa a mí? De esta manera, su cámara se convierte en un mecanismo de rastreo de otras experiencias centradas, principalmente, en comunidades de Guerrero y Oaxaca. Al mismo tiempo que Tewolde reconstruye y resignifica su experiencia, nos abrimos paso entre los testimonios de mujeres a las que les han enseñado que negar su cultura es la única manera de “integrarse”. Sin embargo, en ellas hay un resquicio de tenacidad: “Soy y vivo como negra, tengo cuerpo de negra. Soy negra de corazón, no sólo de la piel”, se escucha decir una voz en off, la de Tewolde. Ese soy también es una forma de retorno para la cineasta María Sojob. En su ópera prima, Tote_Abuelo, Sojob problematiza su experiencia como mujer que transita entre sus orígenes en una comunidad tzotzil y su vida en la ciudad.
El punto de partida está en la crianza, en el cómo su abuelo crio a su mamá y cómo su mamá la crio a ella. Ambos, madre y abuelo, se sientan con María en distintos tiempos. Su madre le cuenta cómo logró evadir el matrimonio a los 12 años gracias a su deseo de estudiar. Su abuelo le enseña a tejer un sombrero y en el proceso María conoce pequeños detalles sobre su pasado y la conformación de su familia. Sojob divide su trabajo en dos narraciones, pero hace especial énfasis en su abuelo porque para ella la raíz está en él y en sus decisiones: “Conocer a mi abuelo es conocer a mi madre. Es entender mi propia existencia”, explica la directora. Mientras las narraciones se hilan al compás de algunos silencios, Sojob pone sobre la mesa un dilema lingüístico: ¿cómo hablar de una crianza amorosa, sin vergüenza y sin discriminación, si no podemos traducir la palabra amor a nuestra lengua? Ambos documentales comparten una intención que hace de la cámara la acompañante de los abundantes discursos que problematizan las historias de vida de sus creadoras. Las imágenes “ceden” y la palabra y sus alcances quedan en primer plano, una estrategia habilidosa porque es en la palabra donde se vinculan todas las vidas que conocemos en la pantalla. En Negra está presente en el acto de enunciar “Yo soy negra”, aun con la marea de implicaciones sociales y políticas que esto exige. En Tote_Abuelo está en las conversaciones pausadas, articuladas, que develan una preocupación por comprender y atesorar las raíces de su comunidad. Esta economía en los movimientos de cámara es una decisión que se ha convertido en una constante en el estilo de las mujeres cineastas que abandonan todo asomo de “espectacularidad” para hilar historias que se fusionan con el ritmo acompasado de la técnica. Con esto, el ejercicio audiovisual es también un proceso orgánico, uno que filma mientras se desarrollan escenas de la vida cotidiana. Una simplicidad aparente que, en realidad, es el corazón de sus experiencias como mujeres que habitan de determinadas maneras su identidad. ¿Cómo compartir algo tan profundo si no es en los espacios que han resguardado esas vivencias? La frontalidad que pueden exigir ambas historias es transformada para sanar cualquier herida del pasado: es en la narración, en el acto simple de darle la palabra al otro, en donde la mirada de las cineastas trasciende para recalcar que el racismo y la discriminación son estructurales; que el no sentirse de ningún lugar, probablemente, sea una experiencia compartida, una cicatriz que se extiende, pero que en su intención de comprenderla y hacerla tangible, las cineastas pudieron encontrar mecanismos para reconquistar sus orígenes y heredarlas a todas las mujeres que están después de ellas. Recuperar para transmitir. Tewolde y Sojob pertenecen a una generación joven que mira hacia atrás, a sus historias familiares, para poder dimensionar su lugar en la colectividad. Para ambas es claro que esta búsqueda tiene que comenzar en la esfera de lo íntimo, desde los testimonios de primera mano, los recuerdos y las heridas, porque al reconocerlas se construye un puente de sanación desde un posicionamiento político. Negra y Tote_Abuelo son documentos audiovisuales que nos recuerdan que hay una deuda histórica con las comunidades afrodescendientes y las comunidades indígenas, que hay una deuda con esos otros; sin embargo, también hay una lección: de la vulnerabilidad nació la resistencia, y de la resistencia nació la digna rabia.
Negra y Tote_Abuelo forman parte de “Ambulante En Casa”, la respuesta de Ambulante Gira de Documentales ante la crisis sanitaria mundial por la COVID-19. Ante el confinamiento en los hogares, Ambulante En Casa presenta un programa de destacados trabajos documentales en su sitio web. Cada documental podrá ser visto durante 24 horas de forma gratuita en cualquier parte del país y será acompañado por alguna actividad educativa a distancia. El objetivo es llevar cine a casa para así acompañar a todos los cinéfilos en tiempos tan complejos.
Imagen de portada: Fotograma de María Sejob, Tote_Abuelo, 2019