dossier Corea JUL.2022

Poemas Sijo

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Silencio

Kim Seok-cheol

Recogido en silencio

​ cerrojo en la puerta

en abismo sin fondo

​ el alma abre los ojos.

Sagrado círculo donde

​ acercarse nadie puede

​​

Hojas en el suelo

Kim Seon-hwa

Las miro distraída

​ descubro sus heridas

atesoran pensamientos

​ curtidos de rasguños.

La vida, vuelven a franquear

​ lúcida calma, la suya.

​​

Madre

Kim Seung-jae

Escrita una vida

​ de flores y pájaros

dolores padecidos

​ angustias abisales

su fondo, profundas aguas

​ nadie podrá adivinar.

​​

Tú eres

Na Soon-ok

Al batir del viento

​ firme solo la roca

Así tú llegaste a mí

​ a mi alma agitada

en pilar te convertiste

​ donde atar mi vida.

​​

El viento

Byeon Yeong-kyo

Acaso tenga forma

​ por cómo me atraviesa.

Acaso no tenga forma

​ por cómo se escurre.

Al marchar de esta vida

​ ¿una ráfaga no más seré?

​​

Hiedras

Kwon Gap-ha

La vida, un escalar

​ Paredes empinadas

ocultar el corazón

​ bajo hojas frondosas

dibujar en los murales

​ infinitas tristezas.

​​

La rosa roja

Kim Myeong-ho

Es pasión de gitanos

​ sonrisa de corazones.

Cada flor en su pecho

​ lleva dolor y alegría.

Es fuego, alma que lanza

​ dulces susurros del abismo.

​​

Polvo de estrellas

Jeong Su-ja

Fuimos solo polvo

​ en el seno del universo

juntándonos unos a otros

​ estrellas, luego yo.

La vida, breve pasamos

​ compartiendo, solo eso.

​​

La libélula roja

Ji Sung-chan

Atardece, la libélula

​ duerme en un pétalo.

Su lecho, escogido

​ tras recorrer los cielos

pétalo donde se posaron

​ sus levísimas patitas.

​​

¡Ay, las olas!

Choi Suk-yeong

Golpean sin cesar

​ golpean una otra vez

aguanto y aguanto

​ sus golpes de agua

segura de que existe

​ ahí arriba el cielo.

​​

El matrimonio

Kim Min-jeong

El camino que andamos

​ monte es, campos arenas

de nieve, lluvia a veces

​ o vendaval de por medio.

Mas queda nuestra mirada de

​ primavera envuelta.

​​

Todavía

Kim Min-jeong

Es pronto, demasiado

​ para dejarlo en el olvido.

Tantos días que pasamos

​ tú y yo, soñando juntos.

Instantes, que abrazar quise cual

​ eternidad, con fuerza.

​​

Desde entonces

Kim Min-jeong

Fluye siempre la corriente

​ dirección hacia abajo

cargando en los brazos

​ el tendido cielo azul

timidez disimulando

​ sus pasos midiendo.