La niña que siempre baila
Baila baila bajo el sol de medio día
Encrucijada de caminos, confluencia de la vida
La niña que siempre baila
Baila
Con los ojos cerrados sobre sus heridas vivas
Baila baila bajo la lluvia septembrina
Dulce caricia danza la lluvia
Baila baila en lo más profundo de la noche
Kabrit-bwa bay lavwa
Baila vuela al ritmo del tambor-ka
Tambou-ka, chayé’y pli lwen
La niña que siempre baila
Olvidó sus lágrimas al fondo de una valija
Olvidó el miedo que la espera en la esquina
Olvidó el hastío de sus días sin sol
Olvidó el sabor de los amores sin miel
Baila baila
Y todos los hombres la desean
La Negrita que borda las olas de su cuerpo
Sobre el mar de las Antillas, Océano solitario
La niña que siempre baila baila
La niña que siempre baila se parece a mi isla isla
Se parece a nuestras islas islas islas
Se parece a nuestras islas que siempre bailan
Bailan
Y lloran
Tomado de Constelación de poetas francófonas de cinco continentes, Verónica Martínez y Yael Weiss (comps. y trads.), Espejo de Viento/UNAM, Ciudad de México, 2010.
Imagen de portada: Danzantes en un festival John Canoe en Kingston, Jamaica, 1975. Fotografía de Wikipedant