El programa de investigación denominado “Actores sociales de la flora medicinal en México” se inició en marzo de 1996, con sede en Cuernavaca y actividades en Guerrero, Veracruz, Puebla y Morelos. Y plantea, entre otros, reconocer los retos que supone el potencial curativo de la flora medicinal en México para ser integrado a la biomedicina. Y si el uso de las plantas en forma de cocimientos, cataplasmas y pociones, utilizados por los curanderos, confronta los modelos actuales de experimentación farmacológica basados en el análisis de principios activos moleculares.