Bajo una tarde de tormenta un hombre imagina dos posibilidades. En la primera pide a una mujer resguardarse con ella bajo el mismo paraguas, ella dice “no” y una cuadra más adelante el narrador es asesinado y sube al cielo a encontrarse con Dios. En la segunda posibilidad, la mujer dice “sí” y ambos terminan en un café. El montaje es de Bernardo Recamier.