Tras años de una cruel guerra civil que se ceba en los más frágiles y vulnerables y una crisis de migrantes que puso de cabeza los supuestos del orden europeo, se ha vuelto cada vez más urgente narrar la historia de la tragedia siria a adultos y a niños. Hay una producción creciente de materiales que buscan alertar tempranamente las conciencias de los jóvenes lectores, y uno de los ejemplos más notables es Zenobia, de los daneses Morten Dürr y Lars Horneman. Narrada con una máxima economía de texto y de recursos gráficos —ha sido descrita como “una brutal bofetada gráfica”— la novela cuenta la historia de la pequeña Amina, colocada a bordo de una patera atestada de refugiados desconocidos con la esperanza de que logre cruzar un mar embravecido para escapar de la guerra. Amina cae de la balsa sólo comenzar la historia. Durante los bombardeos, para conjurar el miedo, su madre le ha enseñado a pensar en la historia de Zenobia, reina guerrera de Palmira, cuyos dominios alguna vez se extendieron desde Egipto hasta Turquía y que no dudó en hacerle frente al mismísimo emperador de Roma. Así podía evocar a voluntad la época gloriosa de un país ahora devastado y sentirse heredera de esa mujer magnífica. Mientras se hunde en el agua de pronto mansa, Amina piensa en Zenobia.
Cortesía de Bárbara Fiore Editora