Cercana a los ojos y a los cabellos sueltos sobre la frente, tú, pequeña luz, absorta enrojeces mis papeles. De adolescente ardía hasta el anochecer junto a tu demacrada claridad, y eran extraños los rumores del viento y el canto de los grillos solitarios. Entonces en las estancias sin memoria dormían los parientes, y mi hermano, tras un delgado muro, estaba inmóvil. Ahora tú, luz rojiza, no nos dices en dónde está y, sin embargo, iluminas y suspira el grillo en los campos desiertos; mi madre se peina ante el espejo, con un gesto tan antiguo como tu luz, y piensa en aquel hijo ya sin vida.
Pier Paolo Pasolini, en VV. AA. Poesía moderna, Hugo Gutiérrez Vega (selección, notas y trads.), UNAM, Ciudad de México, 2007. Disponible en este link.
Imagen de portada: Fotograma de Pier Paolo Pasolini, Teorema, 1968