Heinrich, un apuesto soldado alemán tiene un primer amor de juventud, Annelise. Sin embargo se casa con una criolla yucateca en la tierra maya que lo acogió. Del matrimonio nacerá una niña, a la que Heinrich llamará Annelise y a la que educará apegada a la cultura alemana. La niña crecerá entre esas dos identidades, la europea y la mexicana.