Un hombre va a merendar todos los días a la misma fonda y pide lo mismo: una dona, un tequila. La gente lo llama "santo", hasta que se le aparece quien dice ser su ángel de la guarda.
Un ángel de visita
Un hombre va a merendar todos los días a la misma fonda y pide lo mismo: una dona, un tequila. La gente lo llama "santo", hasta que se le aparece quien dice ser su ángel de la guarda.