El déspota ha muerto, llega al cielo, descarnado y viejo. Se le presenta Dios, vestido a la usanza de los años veinte, lo convierte en un infante y lo nalgea hasta el hartazgo. Ilustración de Alejandro Arango.
Déspota
El déspota ha muerto, llega al cielo, descarnado y viejo. Se le presenta Dios, vestido a la usanza de los años veinte, lo convierte en un infante y lo nalgea hasta el hartazgo. Ilustración de Alejandro Arango.