…con conocidos por la calle y solo distingo a algunos detrás de sus máscaras, perceptibles todos a medias, pero no todos igual de reconocibles, como ese experimento en el que nos dan a leer palabras y solo vemos la parte de arriba o de abajo de las letras, así que no siempre…
…peluquería después de tres meses y la ceremonia, compleja y llena de protocolos, me hace pensar en cómo se modificaron los ritos de los aeropuertos después del 11S. Todo parece ahora un aeropuerto que…
…cada época sueña con la época siguiente, decía Michelet. Que esto no sea la pesadilla del futuro ni…
…de máscaras, como en el carnaval, que pone la normalidad entre paréntesis y el mundo patas arriba para que, a la larga, nada cambie o…
…mi sueño descubren que la yerba mate es la droga milagrosa contra el virus. De pronto, la salud y la economía de Argentina se salvan. Para siempre. ¿O ni siquiera…
…del glosario de Leiris: “desconfinar – fin de desconfiar”, “epidemia – media entre las epidermis”, “máscaras – cada vez más caras”, “aplanar – a planear”, “virus – vida en sus…
…le digo a mi hijo que él y sus compañeros de generación nunca se olvidarán de estos días. Después pienso que ojalá sea así: querrá decir que fue algo excepcional, que esto no es el nuevo…
…medios no pueden controlar su amor por la “polémica” (si contásemos las veces que se usa esta palabra por día en los medios argentinos, no nos alcanzarían los dedos: todo es “polémico”) y en cuanto aparece un irresponsable diciendo que “el confinamiento no…
…mensajes para contarles, entre otras cosas, que hoy fue el Día Uno en Francia. Pero el corrector automático no reconoce las palabras “desconfinamiento” o “déconfinement” que mis dedos, más de una vez, se encargan de escribir mal. Y este simple dato (que la palabra resulte “inesperada”, como fuera de repertorio…
…ese otro virus, el de las noticias falsas que…
…incomodidad de cruzarse con un conocido haciendo las compras. Uno prefiere mantener las distancias, pero no quiere parecer maleducado. Uno quiere charlar un poco, pero no sabe si el otro también. Uno quiere hacer de cuenta que no vio al otro, pero…
…un gran “lugar común” de una época, pero no como espectadores (11S, hombre en la luna, etc.), sino desde adentro: una auténtica experiencia global, a tal punto que cualquier lector, sospecho, podría completar las frases de un diario como éste con sus propias…
…términos que, como “desconfinamiento”, no usábamos nunca, ni por error, y ahora forman parte de la vida cotidiana. Nunca digas de esta palabra no he de beber ni…
…esperamos que los investigadores encuentren una solución, una vacuna, pero les prendemos velas a los mismos investigadores que trabajan en condiciones cada vez más pobres y…
…nos une el virus, sino el espanto…
…con risa y furia en todas esas revistas, muchas de ellas “femeninas”, que ahora consagran veinte merecidas páginas a la labor de los enfermeros y los médicos. pero que hace tres años, cuando recibieron Une Présence idéale (que refleja el trabajo diario del personal sanitario en un hospital) respondieron, en muchos casos, que preferían no abordar esos asuntos tan “tristes”, que ni siquiera iban a leer…
…libro al azar (o no tanto: Peste y cólera, de Patrick Deville) y lo hago en la página 19, el número del Covid: “Las gargantas se protegen con bufandas, los corazones con…
…qué sirve contar en un diario íntimo los detalles cotidianos. Hace unos meses leí que, mientras varias personas escapaban con lo puesto de París rumbo al sur de Francia, en plena Segunda Guerra Mundial, algunos a la vera del camino les vendían agua de grifo. Lo leí en un diario, no en un libro de historia, ya…
…hombre que no respeta la cola en el supermercado. Le arroja a la cajera, de mal modo, lo que compró mientras gruñe “no pienso agarrarme esta peste”, como si fuera el único con ese pensamiento. La gente aprieta los dientes, mira al suelo. Paciencia. No es momento para pelear. Los egoístas y los brutos sienten que lo que sucede justifica, al fin, su…
…hospital incautó un respirador y lo puso en venta en un sitio web llamado Le Bon Coin. Algún día habrá que escribir “La historia de la miseria humana” y reunir casos…
…de Leopardi. Copio: “Si en determinada ciudad vive tu enemigo mortal y ves que sobre ella se cierne un temporal, ¿acaso se te ocurre esperar que este vaya a matarlo? ¿Cómo puede ser, entonces, que te asustes por ese temporal a punto de caer sobre ti cuando la posibilidad de que sea mortífero no es tan…”
…más ilusiones engendra el temor que la esperanza…
…como en Abre los ojos, de Amenábar (Madrid sin nadie, un museo fantasma), y se me ocurre de pronto que no me disgustaría ser invisible y pasear ahora mismo por las calles vacías de París, con toda la arquitectura a mi disposición. Una idea absurda y vergonzosamente estética, debo…
…de hora. A las 2 de la mañana, hay que poner el reloj a las tres. Una hora menos de confinamiento, bromean algunos. Me despierto a la tres y veinte y no sé si mi reloj hizo el cambio en forma automática o si son las dos y veinte. Qué importa. De pronto, creo entender que lo que me desveló es una tos en el silencio de la noche. El ruido viene de lejos. Pero, ¿es una tos, realmente? Ruido constante, aunque irregular. Un animal, tal vez. O el viento que sacude una ventana. O las toses de…
…el macho-cazador de alguna era prehistórica, que abandona la cueva y vuelve con comida, pero no olvida llevar el gel ni la tarjeta de…
…compras y me detengo a mirar las publicidades en la calle: todas viejas. De conciertos que ya pasaron o nunca se hicieron. De comercios cerrados hace ya rato. Como Pompeya, una ciudad petrificada. Y uno se vuelve una suerte de arqueólogo si…
…Julie A., 16 años, la víctima más joven (hasta ahora) en Francia. Leo la noticia. Piel de gallina. Tenía un poco de tos y nada más, dice la madre. De pronto, todo se complicó: crisis respiratoria, hospitalización, análisis…
…muy revelador lo que una sociedad considera “comercios básicos” o de primera necesidad. Por supuesto, están las farmacias y las tiendas que venden comida. Pero en Francia no cerraron los “tabacs” ni las panaderías. Podrán caer diez bombas nucleares o venir mil pestes más, pero el francés resistirá mientras pueda ir en busca de su baguette. No es casualidad, cavilo, que se use la misma palabra para la varita mágica. Baguette magique. Tal vez el pan sea uno de los pocos milagros de un país oficialmente laico, tal vez…
…“Loco” Gatti internado en Madrid con coronavirus. Hace unos días murió Amadeo Carrizo. Espero que Fillol y Goycochea estén bien. Que esto no quiera decir que la enfermedad nos va a ganar por goleada o que…
…las ventanas y aplaudir al personal sanitario, pero también hacer un “censo”: ver si todos han abierto, preguntarse qué ha pasado en el caso de los que hoy no…
…y entre la hilera de comercios con cortinas bajas hay espejismos: la cruz verde de una farmacia, el cartel rojo de un “tabac”, la puerta abierta de una panadería. A pesar del sol cegador, algunos comerciantes prenden carteles como un modo de agitar tanta…
…cientos de chistes sobre el virus. Algunos son malos, otros buenos. Todos, supongo, igual de terapéuticos como “si este es el virus chino, cómo será el original” o…
…en guerra” de Macron hizo que la gente saliera en masa a llenar los carritos. Personas apiñadas en las puertas de los supermercados. Si yo fuera el virus, estaría feliz y…
…discurso de Macron, hace un instante, en el horario de las 20:00 que es el del informativo de la TV. Más tenso que el viernes, menos sonriente y, por lo tanto, menos parecido físicamente a Boris Vian. Nada más lejos del cantante de “El desertor” que el presidente que repite seis veces, si cuento bien, buscando desesperado el título periodístico: “Estamos en guerra”. Ni siquiera un “estamos en guerra contra la enfermedad” o “contra la epidemia”. Si otras guerras salvaron presidencias a la deriva, tal vez Macron haya visto algo que nosotros, los simples…
…con Franco Battiato. En mi sueño, está solo en el sexto piso de su casa, en la ciudad de Milán. (En mi sueño, B. vive en Milán). Nadie se acuerda de él y él no se atreve a bajar a la calle por miedo a contagiarse y, peor aún, porque no sabe si tendrá las fuerzas necesarias para volver a subir los seis pisos por escalera. (En mi sueño, no hay ascensores chez Battiato). Como sé que vive allí, le llevo unas pizzas de regalo para que no muera de hambre. Me abre la puerta, más flaco que nunca. Recibe las pizzas con desconfianza, sin saber si debe pagarme. (En mi sueño, B. ama la pizza). Antes de cerrar la puerta, dice: “Cuando llegue el día final, no te servirá de nada que sepas hablar inglés”. Y entonces…
…cierre de las escuelas y de las universidades. Pero el domingo habrá elecciones, así y todo. Incomprensible. ¿Incomprensible o más…
…el sitio de noticias falsas e irónicas tipografialamoderna. Las noticias de esta mañana alivian mi angustia: “La OMS confirma que no hay peligro de contraer el coronavirus por escuchar a Franco Battiato”. Sé de algunas personas que han dejado de comer pasta italiana o chop-suey por…
…haber regresado de un viaje a Bari y Lecce, en Italia. Lo anulé hace más de una semana, cuando las cifras del contagio empezaron a dispararse. Ciertas personas, que se asombraron con mi anulación, hoy piensan que hice bien. Creo que tuve los reflejos necesarios porque seguía de cerca el crecimiento del virus. Y esto último, ante todo, por nuestros amigos chinos, sobre todo por S.Y. que nos mandó desde Pekín unos videos y unas fotos. Calles sin un alma a la vista. Adultos y niños metidos en amplias bolsas transparentes de basura. Máscaras improvisadas (las de verdad se agotaron) con pomelos, con corpiños, con calzoncillos. Compartí algo de esto en Facebook y sentí…
…la cola del tigre resulta más aterrador que ver su cuerpo entero porque nadie alcanza a adivinar su tamaño, dice un proverbio coreano. Creo que hasta ahora, hasta el primer zarpazo en Italia, no vimos más que una cola lejana. Y, para colmo, reducida y maquillada por la censura y la propaganda del…
…sería como una gripe fuerte, pero nuestros amigos…
…buen año, confío. Parece que un…
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Imagen de portada: Acuarela de un tigre que descansa frente al bambú, China. Autor desconocido. Wellcome Collection CC