¿Qué es la propiedad?

Fragmento

Propiedad / dossier / Enero de 2018

Pierre-Joseph Proudhon

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Todo lo que el hombre pudo llamar mío fue en su entendimiento identificado con su persona, lo consideró como su propiedad, como su bien, como parte de sí mismo, miembro de su cuerpo, facultad de su alma. La posesión de las cosas fue asimilada a la propiedad de las facultades del cuerpo y del espíritu. Sobre tan falsa analogía se fundó el derecho de propiedad, imitación de la naturaleza por el arte, como con tanta elegancia dice Destutt de Tracy. Pero ¿cómo este ideólogo tan sutil no ha observado que el hombre no es ni aun siquiera propietario de sus facultades? El hombre posee potencias, virtudes, capacidades que le han sido dadas por la Naturaleza para vivir, aprender, amar; pero no tiene sobre ellas un dominio absoluto; no es más que su usufructuario; y no puede gozar de ese usufructo sino conformándose a las prescripciones de la Naturaleza. Si fuese dueño y señor de sus facultades, se abstendría de tener hambre y frío; levantaría montañas, andaría cien leguas en un minuto, se curaría sin medicinas por la fuerza de su propia voluntad y sería inmortal. Diría: “Quiero producir”, y sus obras, ajustadas a su ideal, serían perfectas. Diría: “Quiero saber”, y sería sabio; “Quiero gozar”, y gozaría. Por el contrario, el hombre no es dueño de sí mismo, ¡y se pretende que lo sea de lo que está fuera de él!

Fragmento de ¿Qué es la propiedad?, publicado originalmente como Qu’est-ce que la propriété? ou Recherche sur le Principe du Droit et du Gouvernement en 1840. Tomado de Sol 90, col. Diario Público, Barcelona, 2010.